Las vistas desde el hotel son impresionantes, especialmente durante el desayuno. La distribución de las habitaciones es única y cómoda, con una decoración sencilla pero elegante que resalta el encanto de la antigua casona.

El área del buffet es un poco abarrotada, lo que puede ser un inconveniente durante las horas pico. Además, al ser un edificio antiguo, es fácil escuchar lo que pasa en las otras habitaciones, lo que a veces puede resultar molesto.

Desayuno con vistas inolvidables

Despertar cada mañana con un desayuno en la terraza, mirando el hermoso valle toscano fue simplemente mágico. El personal siempre listo para ayudar, hizo que me sintiera como en casa.

El acceso al hotel es un poco complicado, especialmente si llegas en coche grande debido a la entrada estrecha. También, la iluminación en algunas áreas podría mejorarse para facilitar la lectura.

La ubicación es perfecta para disfrutar de

las vistas encantadoras del campo toscano. La habitación era amplia y cómoda, pero el acceso al hotel puede ser un poco complicado si llevas un coche grande. Sin embargo, la amabilidad del personal hizo la estancia más agradable.

Despertar cada mañana con un desayuno en la terraza, mirando el hermoso valle toscano fue simplemente mágico.

La entrada al hotel es un poco complicada si llevas un coche grande debido a su estrechez.

Habitación sin vista, excelentes vistas y desayuno variado.

Las vistas son impresionantes. el desayuno es abundante, el acceso a la ciudad es fácil.

El personal es acogedor y muy servicial, siempre dispuesto a ayudarte.

desayuno muy completo con comida local fresca. no hay elevador disponible.

Los anfitriones, Lorenzo y Giacomo, proporcionaron un servicio excepcional, siempre listos para ofrecer recomendaciones sobre restaurantes y lugares a visitar. El desayuno era abundante y delicioso, con opciones frescas y locales, y la vista desde la terraza era impresionante, haciendo que cada mañana despertara como en un sueño. La ubicación también era ideal, a solo 20 minutos a pie del centro de Siena, lo que permitía disfrutar tanto del hotel como de la ciudad.

El acceso al hotel puede ser un poco complicado.

no puedo creer que este hotel tenga buenas críticas. el buffet es un caos total, y para colmo, la luz en la habitación es insuficiente para leer. a este paso, esperaba al menos un detalle de cortesía por mis inconvenientes, pero nada. solo costaba un mínimo esfuerzo hacer las cosas bien. casi había escrito una buena opinión, pero no pude.

El hotel está rodeado de viñedos y olivos, lo que lo hace perfecto para paseos familiares. Además, tuvimos la suerte de contar con las recomendaciones de Lorenzo y Giacomo, quienes nos guiaron para conocer lugares auténticos en Siena. Fue verdaderamente especial.

A mis hijos les hubiera gustado que hubiera más actividades para entretenerse.

desayuno casero en un paisaje toscano impresionante

desayuno delicioso, vistas impresionantes

entrada estrecha

La atención de Giacomo y Lorenzo fue excepcional. siempre listos para darnos recomendaciones sobre Siena. Las vistas desde la terraza durante el desayuno son impresionantes y el entorno es muy acogedor, lleno de jardines y flores que invitan a relajarse.

Llegar al centro se necesita un poco de caminata.

La entrada es un poco estrecha, pero las vistas son simplemente increíbles.

Estuve dos noches en un lugar mágico donde cada desayuno era un festín de sabores locales y la atención del personal me hizo sentir como en casa. Definitivamente volvería.